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The Watchmen

A pesar del constante goteo de estrenos cinematográficos basados en el mundo del cómic, los amantes de las viñetas siguen esperando que se concrete el rodaje de la que para muchos es la obra más importante de este denostado arte: WATCHMEN.

Como ocurre en estos casos, el temor es casi mayor que la expectación. Y es que no sería la primera vez que una adaptación cinematográfica destroza a un clásico del tebeo.

De entrada, el proyecto promete. David Hayter, responsable de las adaptaciones de X-Men a la gran pantalla, firma el guión; y Paul Greengrass, autor de Bloody Sunday y el Mito de Bourne, se sitúa detrás de la cámara.

Nombres que cuentan con el reconocimiento de todos y que se suman al mágico tándem formado por Alan More y Dave Gibbons en esta impresionante obra.

Decir Watchmen es decir Alan Moore, porque pocos cómics encontraremos donde la unión entre el autor y su obra sea tan intensa.

El punto de partida es muy atractivo. En un mundo como el nuestro, los superhéroes forman parte del pasado. Durante una época fueron vistos como los abanderados de la nación de las barras y estrellas, pero ahora estos justicieros no están bien considerados.

Al margen de la ley, algunos aún siguen actuando en las sombras de la noche con unos métodos muy cuestionables. El asesinato de uno de ellos reavivará las complejas relaciones de este equipo y la trama desencadenará en acontecimientos apocalípticos.

Con Watchmen, Alan Moore reescribió el género de superhéroes. No sólo profundizó en la psicología del superhéroe, además fue capaz de ampliar la capacidad narrativa de un género tan trillado. Y es que Watchmen está concebido como un mecanismo de relojería.

Para empezar, la labor artística de Dave Gibbons es una pieza más del engranaje ideado por Alan Moore. Sus guiones eran tan precisos y detallados, que Gibbons sólo se limitó a reproducirlos visualmente. Aún así, el dibujante sale airoso y le da un toque personal a la obra de Moore.

Durante la lectura de Watchmen encontraremos un sinfín de estilos narrativos: la historia de los personajes, ensayos y artículos ficticios sobre la realidad propuesta por Alan Moore, y otros muchos recursos que no están ahí gratuitamente.

Cualquier apasionado de la lectura debería tener en su biblioteca Watchmen, obra que inspiró cientos de imitaciones durante los 90. Ninguna llegaría a la genialidad y perfección de este auténtico clásico. Aún hoy estamos esperando que alguien sea capaz de llegar a estas cotas de genialidad.